El libro trata de una niña que sufre de mal humor y esto la aleja de sus amigos. Poco a poco logra comprender y aceptar sus emociones cuando conversa con su mamá en las noches de luna llena.

El libro más que explicar por qué y cómo se producen emociones complejas, se focaliza en acoger las emociones de la pequeña niña, exponerlas en su sentido profundo, pues cuando un niño o niña vive situaciones difíciles necesita ante todo comprensión y cariño.

Las acuarelas permiten que el texto pase desde su sentido lógico y lineal a una dimensión espiritual, pues las emociones no siempre son explicables.

El desarrollo de la conciencia de sí misma en Magdaluna le permite ir construyendo su propia identidad,y a pesar que su mal humor ahuyenta a sus amigos, es parte del proceso de crecimiento.

La luna, como espacio de refugio para la niña y su madre es una forma de mirar el entorno natural como un aliado acogedor que  nos invita a gozar y disfrutar de él.